El Señor escuchó nuestras oraciones y fue un día estupendo con mucho sol y temperatura agradable. Salí de Obano y me desvié alrededor de una milla para visitar la Ermita de Santa María de Eunate, la cual está situada en un misterioso despoblado. Mereció la pena la visita pues es lugar propicio para la oración y meditación. Después continué hacia Puente la Reina, donde todos los caminos a Santiago se unen en uno sólo. Fundada en el siglo XII, toma su nombre del magnífico puente románico, con seis arcos de medio punto y que fue construído en el siglo XI bajo los auspicios de la Reina Munia, esposa de Sancho III de Navarra, para facilitar el paso sobre el río Arga a los numerosos peregrinos. Esta villa realenga, tuvo un Palacio Real con suntuosos jardínes donde el Rey de Navarra Carlos III, el noble, pasaba en el siglo XV largas temporadas. A la entrada de Puente la Reina se encuentra la iglesia del Crucifijo, de estilo románico tardío, fundada por los caballeros templarios, quienes instalaron a su lado un hospital de peregrinos que hoy es el albergue. En la calle Mayor se levanta la iglesia de Santiago, cuya impresionante portada románica, con influencias moriscas, repite modelo de San Pedro de la Rúa en Estella. Miércoles 2 de Mayo del 2007.
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En Lorca, un pueblo pequeño con una población de 135 habitantes encontré un albergue muy acogedor llamado "La Bodega del Camino". El albergue cuenta con un excelente restaurante con comida casera y un ambiente propicio para descansar y recuperarse. Compartiendo con el resto de los peregrinos conocí a Besnd Rasinger y Alexandra Sixt, una pareja joven de Austria que empezaron el Camino en Pamplona. Desde ese día surgió una gran amistad entre nosotros y pudimos compartir muchas etapas hasta la llegada a Santiago de Compostela.